El Atom y el tiempo de mantenimiento
publicado por Richard N Williams on Puede 29th, 2009
Armas nucleares, computadoras, GPS, relojes atómicos y datación por carbono: hay mucho más en los átomos de lo que piensas.
Desde el comienzo del siglo XX, la humanidad ha estado obsesionada con los átomos y las minucias de nuestro universo. Gran parte de la primera parte del siglo pasado, la humanidad se obsesionó con el aprovechamiento del poder oculto del átomo, que nos reveló la obra de Albert Einstein y que finalizó Robert Oppenheimer.
Sin embargo, nuestra exploración del átomo ha sido mucho más que solo armas. El estudio de los átomos (mecánica cuántica) ha estado en la raíz de la mayoría de nuestras tecnologías modernas, como computadoras e Internet. También está a la vanguardia de la cronología: la medición del tiempo.
El átomo juega un papel clave tanto en el control del tiempo como en la predicción del tiempo. El reloj atómico, que se utiliza en todo el mundo mediante redes informáticas utilizando NTP servidores y otros sistemas técnicos como el control del tráfico aéreo y la navegación por satélite.
Los relojes atómicos trabajar supervisando las oscilaciones de frecuencia extremadamente alta de átomos individuales (tradicionalmente cesio) que nunca cambia en estados energéticos particulares. Como los átomos de cesio resuenan sobre un 9 mil millones de veces por segundo y nunca lo altera su frecuencia, hace que el m sea altamente preciso (perdiendo menos de un segundo cada 100 millón de años)
Pero los átomos también se pueden usar para calcular el tiempo preciso y preciso, pero también se pueden utilizar para establecer la edad de los objetos. La datación por carbono es el nombre dado a este método que mide la descomposición natural de los átomos de carbono. Todos nosotros estamos hechos principalmente de carbono y, como otros elementos, el carbono "decae" a lo largo del tiempo donde los átomos pierden energía emitiendo partículas ionizantes y radiación.
En algunos átomos, como el uranio, esto ocurre muy rápidamente, sin embargo, otros átomos como el hierro son altamente estables y se descomponen muy, muy lentamente. El carbono, aunque se descompone más rápido que el hierro, aún tarda en perder energía, pero la pérdida de energía es exacta con el tiempo, por lo que al analizar los átomos de carbono y medir su fuerza puede determinarse con precisión cuando se formó originalmente el carbono.