Confrontación en el mantenimiento del tiempo

Este artículo explora el concepto de mantener el tiempo y cómo la medición humana del tiempo está en desacuerdo con la de una computadora.

El tiempo es sin duda un concepto que la mayoría de nosotros damos por sentado, nos pasa y solo lo notamos cuando vemos un cabello gris en el espejo o llegamos tarde a esa importante reunión. Sin embargo, hacer un seguimiento del tiempo ha ocupado a la humanidad por milenios.
Desde los primeros relojes de sol y relojes de agua hasta los modernos relojes digitales y relojes atómicos, los humanos han encontrado formas cada vez más precisas e innovadoras de decir la hora.

Las computadoras también necesitan saber la hora correcta. La precisión es esencial para mantener el Internet y las redes informáticas comunicando entre sí, pero para una computadora el paso del tiempo es una ecuación simple basada en la acumulación de momentos discretos añadidos a un tiempo base, normalmente el número de segundos desde ese punto en el tiempo.

Los humanos, por otro lado, tienen una variedad de nociones diferentes sobre cómo medir el tiempo. Lo separamos en segundos, minutos, días, semanas, meses, años, décadas e incluso milenios.

Y aquí radica el problema, ya que históricamente hemos forzado el tiempo para que se corresponda con la órbita y la rotación de la Tierra, llamada tiempo solar, que como resultado no es tan precisa, de todos modos no es suficiente para una computadora.

Las redes de computadoras utilizan el protocolo de tiempo de red (Network Time Protocol, NTP), el estándar de sincronización de tiempo utilizado en Internet para mantenerlo al mismo tiempo. NTP permite a las máquinas consultar los servidores de hora regionales que obtienen la hora universal coordinada UTC a partir de relojes de referencia de alta precisión, ya sea desde Internet o a través de un receptor de radio o GPS.

Sin embargo, UTC se basa en el tiempo atómico y difiere del tiempo de rotación de la Tierra (sistema solar) porque el día se está alargando lentamente. La gravedad de la luna alarga el giro global en aproximadamente 1.4 milisegundos, es decir, milésimas de segundo por día por siglo. Desde 1820, lo que consideramos un período de 24 horas ha aumentado a 2 milisegundos más.

Como resultado, el tiempo atómico difiere del tiempo solar en un segundo cada 500 días. Para ajustar los segundos intercalares se agregan cada año más o menos. Sin embargo, a medida que las computadoras se vuelven más dependientes de la precisión, este segundo intercalado puede causar problemas, ya que un segundo puede ser una cantidad importante en algunas aplicaciones sensibles al tiempo.

Algunos sugieren que para combatir este problema, se deben eliminar los segundos de salto y el mundo debería quedarse solo con el tiempo atómico, a pesar de que eso daría como resultado sol a medianoche y oscuridad durante el día (aunque en 43,000 años). Otros argumentan que tener una escala de tiempo basada en la rotación de la Tierra es primitiva y no necesaria en la era moderna, aunque muchos agricultores y astrónomos están dispuestos a argumentar lo contrario.

Sin embargo, a medida que los relojes atómicos y las computadoras se vuelven cada vez más precisos y precisos, parece que los humanos y nuestro mundo giratorio no podremos mantener el ritmo.

Este post fue escrito por

Richard N Williams

Cecilia Chavez es una técnica autora y especialista en el servidor y Tiempo industria sincronización NTP. Richard N Williams en Google+